Federico García Lorca
Siete corazones
tengo.
Pero el mío no lo encuentro.
En el alto monte, madre,
tropezábamos yo y el viento.
Siete niñas de largas manos
me llevaron en sus espejos.
He cantado por el mundo
con mi boca de siete pétalos.
Mis galeras de amaranto
iban sin jarcias y sin remos.
He vivido los paisajes
de otras gentes. Mis secretos
alrededor de la garganta,
¡sin darme cuenta!, iban abiertos.
En el alto monte, madre
(mi corazón sobre los ecos,
dentro del álbum de una estrella),
tropezábamos yo y el viento.
Siete corazones
tengo.
¡Pero el mío no lo encuentro!
Siete corazones
tengo.
Pero el mío no lo encuentro.
En el alto monte, madre,
tropezábamos yo y el viento.
Siete niñas de largas manos
me llevaron en sus espejos.
He cantado por el mundo
con mi boca de siete pétalos.
Mis galeras de amaranto
iban sin jarcias y sin remos.
He vivido los paisajes
de otras gentes. Mis secretos
alrededor de la garganta,
¡sin darme cuenta!, iban abiertos.
En el alto monte, madre
(mi corazón sobre los ecos,
dentro del álbum de una estrella),
tropezábamos yo y el viento.
Siete corazones
tengo.
¡Pero el mío no lo encuentro!
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